Están en todas partes: en los autobuses, en el metro de París, en los quioscos, en las estaciones y, por supuesto, en Internet.

Los carteles de La Flamme invaden Francia con su culto kitsch.

Y con razón, este programa es la flamante creación original de Canal +, que nunca hace las cosas a medias cuando se trata de promocionar a sus bebés.

Así, el canal encriptado ha puesto el paquete en la com, para provocar una curiosa expectación entre quienes han visto el cartel al menos una vez.

¿Pero entonces valió la pena el juego? ¿El programa está a la altura del ego de su personaje principal?

The Flame, ¿de qué se trata?

Marc es guapo, Marc es piloto, Marc es megalómano y Marc es sobre todo un poco estúpido.

El nuevo corazón a tomar del reality show La Flamme no deja indiferente a nadie, y menos a sus 13 pretendientes, todos dispuestos a poner el anillo en su dedo.

Es porque lanza a Marc, moldeado con sus trajes gris ratón. Lástima que no entienda nada y esté totalmente equivocado en todas las circunstancias.

Nada asusta a Marc, y menos el ridículo, en el que se revuelca a pesar suyo.

Por lo tanto, usa y abusa de los chistes racistas mientras quiere hacerlo bien, se burla de uno de sus contendientes ciegos y desarrolla un odio casi visceral por la chica más altruista de la pandilla.

Como habrás comprendido, La Flamme es una parodia del Bachelor, ese programa misógino y algo nauseabundo que se emite en Estados Unidos desde 2002, y al que Francia se apresuró a poner una hermana pequeña.

Un programa basado en un concepto muy simple: una docena de mujeres compiten por el amor de un "caballero" y compiten en juicios para ganar citas con su petimetre disfrazado.

The Flame un homenaje a los falsos documentales estadounidenses

La Flamme también y especialmente está inspirada en Burning Love, una serie estadounidense de Erica Oyama que ya parodia a The Bachelor, transmitida de 2021 a 2021 en el canal E! Channel.

Pero no solo ! Fácilmente podemos imaginar a sus creadores maravillados con The Office, Parks and Rec, o Arrested Development, parodias locas de documentales con castings siempre impresionantes.

Así, en La Flamme, toda la gente acude en masa a las puertas de la villa, desde Jonathan Cohen (que dirige, co-escribe e interpreta a Marc), hasta Florence Foresti pasando por Ana Girardot, Géraldine Nakache, Doria Tillier, Vincent Dedienne, Adèle Exarchopoulos. , Camille Chamoux, Leïla Bekhti, Léonie Simaga, Céline Sallette, etc.

La lista de actores franceses que participan en el juego de Bachelor más hermoso jamás creado es tan larga que es difícil de restaurar de forma exhaustiva.

Y eso es lo que la convierte, por supuesto, en uno de los grandes encantos de una serie, que por cierto no falta.

Bien anclada en sus raíces americanas, La Flamme es divertida. Muy divertido incluso.

Sin embargo, nos llevó más de un episodio dejar que la inquietud creada inevitablemente por la estupidez mezclada con la misoginia última de su protagonista principal en el armario, y francamente penetrara el humor vergonzoso de La llama.

La Flamme, entre la risa y la vergüenza

Es difícil saber si nos reímos o si nos reímos amarillos frente a La llama, que pone sobre los hombros de su héroe más defectos de los que es común ver en la vida real.

Egoísta, megalómano, machista, a Marc le gustan las mujeres que conversan, pero no las que "tienen demasiado", a Marc le gustaría enamorarse de una mujer negra porque eso nunca le ha pasado, Marc cuestiona la ceguera de contendiente porque le ganó en la bolera: en definitiva, Marc es abyecto a pesar de sí mismo, e incluso provoca la desesperación del presentador del programa (el eminentemente divertido Vincent Dedienne).

Profundamente insoportable, se convierte en pocos segundos en un héroe al que adoramos odiar, hasta el punto de que la más mínima rebelión de sus pretendientes contra él se convierte en un placer placentero y asumido.

El manto de franco absurdo que cubre el programa de Jonathan Cohen borra por completo a los personajes de sus aberrantes comentarios, y esto es lo que permite una entrada bastante rápida en la serie.

Este humor rayano en la vergüenza permite que el espectador se sienta totalmente incómodo, ya que se ve obligado a reírse de situaciones problemáticas.

La Llama es, por tanto, una nada políticamente incorrecta, como los programas de los que extrae su aplomo.

La Flamme, un elenco femenino fascinante

Si Jonathan Cohen es tan excelente como siempre, en La Flamme el foco está en las protagonistas femeninas. El elenco muy denso compuesto principalmente por mujeres, Bachelor obliga, da un lugar de honor al talento de sus intérpretes.

Leïla Bekhti, Doria Tillier, Léonie Simaga son absolutamente divertidas en sus papeles.

Mención especial a Camille Chamoux, cuyo personaje sin bragas de Chatalere (te dejamos pronunciar este nombre en voz alta) es inusualmente divertido.

La supuesta "vulgaridad" de la serie, que nunca es de encaje (sobre todo para cubrir a Chatalere), tiene una dimensión muy refrescante en la época de programas saneados como Emily en París.

Y es, sin duda, gracias al talento de Jonathan Cohen unido al de Jérémie Galan y Florent Bernard.

Sin embargo, y esto es una lástima, la serie en ocasiones emprende caminos problemáticos, que hacen que todo el producto pierda puntos de modernidad.

Para retratar a una mujer negra en la serie, no una mujer, solo Youssef Hajdi con peluca.

Entre este personaje y el de Leïla Bekhti, enredada en tópicos sobre lesbianas, el programa borra algunos chistes de mal gusto que empañan un poco su humor.

Pero no lo suficiente de todos modos como para evitar que te lo recomendemos. Porque sigue siendo divertido. Muy divertido.

En cualquier caso, lo cierto es que La Flamme no ha terminado de hacer que la gente hable de ello.

Para conocer el inicio del programa, reúnase el lunes 12 de octubre en Canal +, que excepcionalmente emitirá sus primeros episodios en claro.

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