Los estereotipos de género no se detienen en la puerta de los cines.

Entran en películas y series, sin timidez, y perpetúan representaciones cliché de mujeres y hombres.

La prueba de Bechdel: ¿cómo medir el sexismo?

Para resaltar el lugar de los personajes femeninos en el cine, la autora estadounidense de cómics Alison Bechdel desarrolló hace unos años una prueba que lleva su nombre.

El test de Bechdel evalúa la calidad de la presencia femenina en una película o una serie a través de tres preguntas:

  • ¿Hay al menos dos personajes femeninos con nombre?
  • ¿Están estas dos mujeres hablando entre sí?
  • ¿Su conversación es sobre un tema que no sea un personaje masculino?

Teorizado en 1985 por Alison Bechdel y Liz Wallace en los cómics de Lesbiennes siguientes, esta prueba fue muy útil en un momento para subrayar la falta de representatividad de los personajes femeninos ...

Pero también, a la inversa, la sobrerrepresentación de protagonistas masculinos en las obras audiovisuales.

Se considera una herramienta, un indicador de sexismo, que pone de relieve la inexistencia de personajes femeninos o su limitación al papel de florete para los héroes masculinos (preferentemente blancos y heterosexuales).

Por tanto, destacó el hecho de que la mayoría de las producciones cinematográficas perpetúan los estereotipos de género en sus tramas y personajes.

El test de Bechdel no es una herramienta infalible

La prueba de Bechdel ha estado algo equivocada desde su inicio, y algunos han confundido esta herramienta empírica con una corte de misoginia en las pantallas.

Es importante calificar el uso de esta prueba, que debe seguir siendo un indicador y no un instrumento punitivo.

La película Gravity, por ejemplo, “falla” en la prueba de Bechdel, pero ¿significa eso que es una película sexista?

Si bien no presenta diálogos entre dos mujeres (ya que Sandra Bullock está sola en el espacio), Gravity es llevado por una heroína, una astronauta, por favor, que no tiene nada que envidiar a la papeles masculinos importantes.

Por el contrario, una película que "pasa" la prueba de Bechdel no es necesariamente feminista.

Finalmente, la prueba no se usa para juzgar la calidad de una película en sí. Es más una herramienta para abrirse pensando en la industria cinematográfica, que un calibre para aplicar individualmente a cada obra.

En definitiva, el test de Bechdel no es infalible, tiene sus límites y no determina por sí mismo si una película es feminista o sexista.

Así que prepárate para pasar tus películas y series favoritas a través de la prueba de Bechdel ... ¡mientras mantienes la mente abierta!

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