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En asociación con Yes I Am (nuestro Manifiesto)

Cacharel acaba de lanzar una nueva fragancia, Yes I am, que reivindica valores en línea con los de Mademoisell como el empoderamiento, el amor propio, el deseo de levantar la barbilla, enderezar los hombros y estar orgulloso. de quienes somos.

Como parte de este lanzamiento, invitamos a ocho lectores a venir y proclamar lo que los enorgullece, y hoy los invito a conocer a Victoria.

Victoria, 22 años, con mucha ambición

Cuando Victoria llega a la redacción, es con paso seguro y atestiguando una presencia innegable. Está cómoda, encantada de estar ahí.

Victoria tiene 22 años y es del tipo que pone las probabilidades a su favor. Ella es estudiante en las escuelas de ingeniería y negocios, mientras realiza su M2 en ciencias sociales.

Lo que quiere es poder trabajar en el desarrollo de negocios en grandes empresas, para luego ver a dónde la llevará. ¡Para ella, debemos apuntar alto!

No le falta ambición ni ganas de darle un mordisco a la vida y alimentarse de todo lo que tiene para ofrecer.

Con esta introducción, la palabra que eligió como la que mejor la representa parece la más adecuada: Victoria es indomable.

Si soy indomable, la palabra elegida por Victoria

Victoria siempre ha sido objeto de comentarios de familiares y amigos sobre su explosiva personalidad. Desde muy pequeña ha tenido ese carácter fuerte que siempre la ha hecho cuestionar lo que se le pedía (a ella y no a su hermano).

Toda mi vida la gente me decía que no era lo suficientemente modesto, que ocupaba demasiado espacio, que hacía demasiado ruido, que hablaba demasiado alto.

Y las cosas no mejoraron a medida que crecía, especialmente cuando comenzó sus estudios. Con su carrera como futura ingeniera, se enfrenta regularmente a personas menos conscientes del problema del feminismo:

Están menos acostumbrados a ver chicas de bocas grandes como yo. Tienden a tratar de domesticarme, a intentar meterme en una caja en la que no quiero estar.

Victoria se atreve. Se atreve a dar su opinión.

Se atreve a pasar al frente cuando sabe que un debate en su clase sobre el consentimiento puede no agradarle.

Se atreve a dar portazos cuando está harta de que sus ideas de trabajo en grupo no sean consideradas cuando las ideas de los chicos son aceptadas sin dudarlo.

Cuando hay comentarios que no dejaría que se me escapen en mi vida diaria, no veo por qué los dejaría pasar en la escuela.

Si, soy indomable y abro mentes

Los pequeños arroyos forman grandes ríos. Perdona esta expresión algo anticuada, pero encaja muy bien con la energía de Victoria.

Porque si admite que aún le queda mucho por aprender sobre el concepto de feminismo, sus pequeñas luchas diarias finalmente abren ventanas en la mente de sus interlocutores menos conscientes de todas estas cuestiones de igualdad, además de permitirle salir adelante. Es mejor reafirmarte a diario luchando contra tu síndrome del impostor.

Veo a los chicos de mi clase que llegarán más lejos que yo porque no van a tener dudas, no se van a plantear la cuestión de la legitimidad que me hago todo el tiempo. Yo mismo trato de reeducarme sobre esto para ir más allá.

Entre sus modelos, está la autora Chimamanda Ngozi Adichie, cuyo libro le encantó Americanah, y que comparte sus ideas. ¡Es bastante indomable según ella!

Entonces ella te invita, a su vez, a convertirte en uno:

Solo tenemos una vida y no quiero vivir en los términos de otras personas. ¿Por qué no apuntar alto? Debemos vivir de acuerdo con lo que estemos de acuerdo, e ir a donde queramos, cuando queramos, hacer lo que queramos, ¡y no dejar que nadie nos diga que no debemos!

Fotógrafo: @laurag_photo
Artista de maquillaje: @yolainemakeupartist

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