En su libro Psicología Positiva, la investigadora Rebecca Shankland define el perdón como “la desaparición del resentimiento hacia la persona que cometió el acto” . Desde un punto de vista etimológico, eso sería “donar” algo.

Por tanto, el perdón no es un simple olvido, indica un acto.

Rebecca Shankland subraya tres de sus componentes: la capacidad de borrar los afectos negativos (siento ira, hostilidad), reprimir las cogniciones asociadas (quiero VENGARME) y abandonar la conducta destructiva (ataco a mi interlocutor, pasiva o activa, física o verbalmente).

¿Cómo se relaciona con este acto de perdonar? ¿Lo haces fácilmente? O, por el contrario, ¿tiene dificultades reales para afinarlo?

La capacidad de perdonar varía

Según algunos investigadores, podríamos tener una disposición a perdonar : es decir, podría ser un rasgo de personalidad.

Étienne Mullet ha trabajado mucho en el tema. En 2003, creó una prueba que mide nuestra disposición a perdonar.

Para cada una de las siguientes afirmaciones, el investigador sugiere indicar su nivel de acuerdo, que va de 0 (totalmente en desacuerdo) a 10 (totalmente de acuerdo).

  • Mi forma de ver las cosas me lleva a no perdonar nunca nada.
  • En lo que a mí respecta, cuando alguien me ha hecho daño, tiendo a permanecer en un estado de resentimiento incluso si esa persona ha venido a disculparse.
  • Personalmente, es más fácil para mí perdonar si mi familia o amigos me instan a hacerlo.
  • En cuanto a mí, puedo perdonar fácilmente incluso cuando las consecuencias del daño que me han hecho son graves.

Nuestra capacidad de perdonar depende de muchos factores.

Esto es solo un extracto. Para los interesados ​​en el tema, un artículo de Rebecca Shankland y Charles Martin-Krumm analiza las escalas de psicología positiva validadas en francés (¡incluido el cuestionario sobre la voluntad de perdonar)!

Nuestra disposición a disculparnos estaría organizada en torno a tres dimensiones:

  • "Resentimiento duradero" o nuestra tendencia a resentir
  • Nuestra sensibilidad a las circunstancias y a las opiniones de quienes nos rodean.
  • Nuestra tendencia general a perdonar incondicionalmente (especialmente debido a los valores morales).

Cada uno de nosotros tendría una puntuación más alta o más baja en estas tres dimensiones, lo que nos permitiría evaluar nuestra disposición a perdonar.

¿Por qué perdonar?

A veces, el perdón puede verse como un acto de debilidad o huida, pero eso no significa enterrar la ira, reprimir una emoción.

El perdón se trata más de lo que sucede a continuación, qué hacer con esta emoción : sientes enojo, te han herido, ofendido… ¿Qué hacer a continuación? Si lo desea, la excusa puede ser una de las respuestas.

Podría haber un vínculo entre nuestro bienestar y nuestra capacidad de perdonar.

Según algunos investigadores, podría existir un vínculo entre nuestra voluntad de perdonar y el bienestar físico y psicológico (Muñoz Sastre, 2003).

Esta disposición sería un rasgo de la personalidad pero podríamos “trabajar” en este rasgo y, si lo deseamos, aumentar nuestra capacidad de perdonar ... lo que luego mejoraría nuestro bienestar (al reducir nuestra ansiedad, nuestros estados depresivos).

¿Cómo perdonar?

Es bueno decirse a sí mismo que el perdón es genial y que aumenta el bienestar, pero cuando quiero arrojar pepitas a un vecino tonto, ¿qué hago? Cuando me pasa algo grave, ¿cómo puedo superarlo?

El doctor Frederic Luskin, que dirige los Proyectos de Perdón de la Universidad de Stanford, propone un método (probado por varios estudios científicos) en 9 pasos:

  1. Tómese el tiempo para comprender exactamente cómo nos sentimos acerca de lo que sucedió y poder identificar qué está mal en la situación. Luego, cuéntele a algunas personas sobre nuestra experiencia.
  2. Comprométase a hacer lo que necesita para mejorar. Es por nosotros mismos que perdonamos, no por los demás .
  3. El perdón no necesariamente requiere reconciliación con la persona que nos lastimó y no requiere cerrar los ojos a lo que sucedió, lo que queremos es encontrar la paz.
  4. Encuentra la perspectiva correcta. Reconozca que nuestra angustia principal proviene de un dolor físico y emocional que estamos experimentando ahora , y no de lo que nos ha lastimado en el pasado.
  5. Cuando nos sintamos abrumados, adoptemos una técnica simple de manejo del estrés para calmar nuestros cuerpos (por ejemplo, un ejercicio de relajación respiratoria).
  6. Deja de esperar las cosas de otras personas si deciden no dárnoslas y recuerda que podemos esperar amor, paz, salud… y hacer todo lo posible para lograr esos objetivos.
  7. Centrar nuestra energía en una forma de lograr nuestros objetivos positivos. Pero también intentar, cuando estemos preparados y si podemos, evitar que se repita la experiencia dolorosa.
  8. Recuerda que una vida “bien” vivida es nuestra mejor venganza, que en lugar de ser destruidos por nuestras heridas, podemos levantarnos , podemos vivir, amar de nuevo… Para Luskin, el perdón nos permite redescubrir poder personal, para recuperar el control.
  9. Agregue esto a la historia de su experiencia: tomó la decisión heroica de perdonar.

Para ir más lejos :

  • La tête au carré, en France Inter, con la participación de Etienne Mullet
  • Un capítulo del libro Introducción a la psicología positiva
  • Un artículo sobre el perdón

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