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Shonah, de 22 años, aprovechó la oportunidad de su Dear Corps para hablar sobre su vestibulodinia , una enfermedad que provoca una hiperinflamación de los tejidos de la vagina que hace que la penetración sea muy dolorosa y al mismo tiempo imposible.

La deambulación médica de la vestibulodinia

Shonah dice que el intento de comprender el origen de su dolor marcó el comienzo de una deambulación médica que durará 4 años .

De hecho, la vestibulodinia aún tarda en ser diagnosticada, como ya contó una mademoisell en su testimonio sobre esta patología.

Shonah explica que el primer ginecólogo al que recurrió le dio no menos de 30 tratamientos con antibióticos diferentes antes de finalmente aconsejarle que bebiera un poco de alcohol antes de tener relaciones sexuales.

Excelente sugerencia (no).

La segunda ginecóloga pensó en la endometriosis, pero los análisis y los exámenes habían fallado, dijo que estaba en su cabeza .

Sin embargo, Shonah no se dejó abatir. Luego fue a ver a un terapeuta sexual que pudo derivarla a un ginecólogo especializado. AMÉN.

Volver a su cuerpo después de la vestibulodinia

Una de las cosas más difíciles para Shonah fue su relación con los demás, incluso cuando decidió abrirse.

"La gente no quiere escuchar cuando no es gracioso, en realidad".

Que le preguntemos cómo estaba lidiando su novio con su enfermedad antes de preguntarle cómo lo estaba haciendo ella, me pulverizó el corazón.

Después de haber hecho ejercicios con un fisioterapeuta para relajar su perineo, la joven explica con una sonrisa que hoy todo está mejor.

Aprovecha para recordarnos de pasada que la sexualidad no es una fórmula mágica que funcione todo el tiempo.

Hay momentos sublimes, muchos fracasos, fracasos y eso, para todos.

Encuentro este retrato sumamente valioso, no solo por su conciencia de la vestibulodinia, sino también por la importancia de escuchar su cuerpo y lo que está sucediendo allí.

Creo que hay mucha gente que ya se ha resignado al diagnóstico de una persona de la profesión médica, sabiendo visceralmente que algo andaba mal.

Después de todo, nadie sabe cómo lo estamos haciendo mejor que nosotros mismos. Gracias Shonah por su testimonio.

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