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Asia Argento es una de las muchas mujeres que han acusado al productor Harvey Weinstein de violencia sexual.

Luego de una extensa investigación por parte del New York Times, se alzaron múltiples voces para denunciar el comportamiento de Harvey Weinstein, que va desde el acoso sexual hasta la violación.

Asia Argento lo acusa de haberla violado en el Festival de Cine de Cannes de 1997 al practicarle cunnilingus, sin su consentimiento. Ella tenía 21 años. Habló en nombre del Enviado Especial.

Asia Argento testifica en video sobre Harvey Weinstein

Esta entrevista irradia dignidad, modestia, pero también dolor. Asia Argento habla con calma, pero su voz falla a veces y sus ojos se llenan de lágrimas.

La historia de Asia Argento comienza de la misma manera que muchos otros testimonios que incriminan a Harvey Weinstein.

El productor la invita a su suite en el hotel, con el pretexto de una velada que reúne a varios invitados. Pero cuando llega la joven, son solo él y su asistente.

Este último se escapa para "ver dónde están los demás". Weinstein va al baño y sale vestido solo con un albornoz, una botella de loción en la mano, pidiendo un masaje.

Asia Argento tiene 21 años. Ella se describe a sí misma como "inocente" . Acaba de rodar en B. Monkey, una película producida por Miramax, la antigua compañía de Weinstein.

Asia Argento dice que fue violada por Harvey Weinstein

La productora la toca, la acaricia y acaba realizando un cunnilingus, a pesar de las protestas de Asia Argento que repite "No, no quiero".

Como muchas víctimas de violación, la actriz entra en un estado de desconcierto. Ella se ve a sí misma "fuera" de su cuerpo. Harvey Weinstein pesa 100 kg más que ella, es enorme (habla de un "ogro entre mis muslos").

Al ver que sus protestas no funcionan, Asia Argento decide fingir un orgasmo para que se detenga . Luego, ella le dice "No soy una puta". Él responde riendo:

¡Mañana te voy a hacer una remera que diga "No soy una puta"!

La periodista le pregunta a la actriz cómo vive el hecho de que para algunas personas el cunnilingus no es violación , porque no hay penetración forzada. La respuesta de Asia Argento es conmovedora.

Fui abusado. Fui violada. Solo las personas que han pasado por esta terrible experiencia conocen el sufrimiento y la inocencia que queda allí.

Si algunas personas prefieren creer que mi violación fue menos grave, "menos una violación", para vivir mejor consigo mismos, entonces tanto mejor. Ojalá pudiera pensar como ellos.

Me encantaría poder decirme a mí mismo que no fue una violación, porque fue su lengua y no su pene. Dime que soy fuerte, que no estuvo tan mal.

Pero no, ay, sé por lo que pasé.

Asia Argento no presentó denuncia

Si lo hubiera denunciado, mi carrera quedó destrozada, mi dignidad de mujer también.

En 1997, Harvey Weinstein ya era uno de los hombres más influyentes de Hollywood. Asia Argento no fue rival, ni físicamente ni en los medios.

Además, por el asombro psicológico, no luchó , no hubo actos violentos. Ninguna prueba tangible puede dar fe de la ausencia de consentimiento.

Las consecuencias de la violación, contadas por Asia Argento

Después de sufrir esta violación, Asia Argento ya no era la misma .

Desde el momento en que me violó, ganó. Yo había perdido. Me había vuelto indefenso.

Más allá de su modestia natural, la actriz explica que desde ese día ya no puede disfrutar del cunnilingus. Esta práctica está asociada, en su mente, con el "monstruo" que abusó de ella.

Asia Argento lo deja claro: Harvey Weinstein le robó su inocencia . Ella optó por ignorar su trauma, hablando de él como "un elefante que negué, pero que ocupaba todo el espacio".

Durante años, Harvey Weinstein continuó acosándola sexualmente , persiguiéndola. Incluso en público, en festivales de cine.

Llegó al extremo de irrumpir en su habitación de hotel, medio desnudo, sin dejarle respiro. Asia Argento cuenta que en tres ocasiones volvió a imponerle sus impulsos sexuales. La obligó a verlo masturbarse.

Por qué Asia Argento animó a las actrices a testificar

72 mujeres testificaron contra Harvey Weinstein, incluidas actrices francesas: Emma de Caunes, Léa Seydoux, Judith Godrèche ...

Asia Argento ha animado a algunos a hablar, pero insiste en que esto no es una venganza :

No seré vengado, no seremos vengados mientras él, y hombres como él, no estén en la cárcel. Ahí es donde pertenecen, no en los tabloides o en los centros de rehabilitación de drogas para adicciones al sexo.

No estamos hablando de adicciones sino de delitos. Estos criminales deben ir a la cárcel. Y hasta que sean castigados por sus países, por los jueces, por sus crímenes, no podremos dejar de luchar .

Un testimonio imprescindible para comprender el peso de la violación

El testimonio de Asia Argento es muy importante.

Es en sus ojos, en su voz que te puedes imaginar a la joven de 21 años, luchando con un Harvey Weinstein que le dobla la edad, inmenso y poderoso. Que podamos entender su angustia y su dolor .

Explica muy bien por qué no luchó, el mecanismo de supervivencia de su cerebro que la aisló del crimen perpetrado entre sus muslos.

Para una Asia Argento de cara a la cámara, hay cientos de miles de víctimas que callan o son más discretas. Algunos han usado #BalanceTonPorc o #MeToo (#MoiAussi). Otros prefieren permanecer en silencio.

La violación nunca es culpa de la víctima. Como recuerda Asia Argento, es un sistema completo que permite que los delincuentes en serie nunca se preocupen.

Es urgente que las cosas cambien y que desechemos la peligrosa cultura de la violación que protege a los agresores.

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