El año 2021 ha comenzado con una explosión para las plataformas SVoD.

Cada catálogo se ha enriquecido con al menos un gran programa, si no más.

Así que Netflix ha puesto dos buenas series online, Messiah, de la que hasta ahora solo he visto dos episodios, y especialmente Drácula, que estaba especialmente esperando.

Dracula y yo

Drácula es una de las principales figuras de la literatura y el cine de terror.

Si lee mis columnas con regularidad, probablemente sepa, dulce lector, que el terror es mi género favorito. Un género subestimado durante demasiado tiempo, incluso del que se burlan los críticos de cine snob.

Sin embargo, tengo la impresión de que en los últimos años la marea ha cambiado y ese horror ha ofrecido un lugar realmente hermoso en el corazón del público, y en ese a veces seco de críticas.

Por tanto, es imposible que tanto los medios como los suscriptores de Netflix se pierdan la nueva versión de Drácula, modelada por Steven Moffat y Mark Gatiss, ya en el origen de la excelente serie Sherlock.

Me lancé sobre él anteayer, el día en que se lanzó el programa, y ​​me lo tragué todo en unas pocas horas.

Hay que decir que Drácula es uno de mis personajes de ficción favoritos, tanto por lo que representa como porque mi madre viene del mismo tiek que él, lo que me da una impresión de cercanía al chico guapo de dientes afilados ( como si fuera mi papáyyyyy).

Pero, en resumen, ¿de qué vale esta enésima (bastante fiel) adaptación del clásico de Bram Stoker?

Drácula, una estética kitsch pero jubilosa

A primera vista, lo llamativo del Drácula de Moffat y Gatiss es su estética muy kitsch, presente de principio a fin de la serie y llevada al límite en unos créditos de los que personalmente no soy fan.

Pero reconocemos ahí la garra de los creadores de Doctor Who, a la que me aferro globalmente.

El grand-guignolesque le da un pequeño lado nanard a todo el producto, lo que no me desagrada. Por lo tanto, la serie no solo es horrorosa, sino que también adquiere un barniz humorístico y un gran espectáculo con acento británico.

Desde el piloto, la serie marca la pauta y él será sangriento. Lo que es obligatorio si quieres mi opinión, cuando uno toca el mito de Drácula.

En el primer episodio, cortamos cabezas, destripamos un lobo, sacamos un clavo.

Lo horrible está en la cita, y eso es bueno.

Porque las últimas versiones cinematográficas de Drácula se habían hecho demasiado dulces y sin sabor en mi opinión. Estoy pensando en particular en el muy suave Drácula no contado, que ya ni siquiera recuerdo porque estaba pulido al extremo.

Aquí puedes encontrar, dulce lector, todo lo que hace el boato del Conde Drácula, este sórdido caballero de corazón frío.

Tiene capacidad de respuesta, arrogancia, frialdad de sobra, una clase innegable y un sadismo imparable que lo hacen fascinante.

Y sin duda es un poco gracias a Claes Bang…

Drácula, un elenco afilado

Claes Bang aún no es muy conocido por el público en general. Lo descubrí personalmente en la excelente The Square, Palme d'or 2021 en la que desempeñó el papel principal.

En Drácula, es simplemente perfecto.

Elegante, plácido y animal al mismo tiempo, ha entendido todo sobre el personaje que interpreta bajo la égida de Moffat y Gatiss.

Pero el interés de la serie no radica solo en su carácter.

De hecho, su némesis, la hermana Agatha Van Helsing, es igual de interesante, y es su pareja infernal la que hace toda la sal de todo el espectáculo.

A su lado, todos los segundos marcan a los espíritus, incluso a los zombies cuya aparición saludo.

Drácula, un formato eficiente

Tú y yo, dulce lector, estamos acostumbrados desde hace mucho tiempo a series que constan de muchas temporadas, compuestas a su vez por episodios de unos 45 minutos.

Pero desde hace algún tiempo han surgido nuevos formatos, como el formato de miniserie.

Drácula, original hasta las puntas de sus uñas podridas, solo se compone de 3 episodios.

Es poco ? Sí, pero cada episodio dura 1h30, como una película en resumen.

Por tanto, Drácula se ve a sí mismo más como una trilogía de largometrajes que como una serie.

Un formato que permite el desarrollo de temas y personajes globales.

Por todas estas razones y mil más, dulce lector, te animo encarecidamente a que consumas de esta velada la totalidad de las sanguinarias aventuras del diabólico Drácula.

Y si no has tenido tu dosis de ansiedad, te aconsejo que te decantes por Apple TV, devorar a Servant, la bellísima y escalofriante serie de M. Night Shyamalan que es mi favorita de fin de año 2021.

¿Estás mirando todo esto y volveremos a hablar de ello en los comentarios?

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