Amanda Sthers pasa de escribir a dirigir con Madame, una película que quiere pisotear los códigos sociales.
Señora, un tráiler lleno de amor y rebelión
Rossy de Palma la maravillosa vuelve a la pantalla después de poco más de un año de ausencia que me pareció interminable.
Actriz luminosa y mujer inspiradora , llena la pantalla con su mera presencia, película tras película.
Ya vista el año pasado en Julieta, la última Almodóvar , ahora se pone un nuevo disfraz.
La de una sirvienta cuya vida se verá trastornada por un amor inapropiado (según sus empleadores Anne y Bob).
De hecho, durante una cena, falta una tapa. No se trata de causar mala suerte al tener 13 invitados.
Ana invita a María, la sirvienta, y la coloca junto a David, un hombre de la nobleza.
Se enamorará locamente de ella. Su romance comienza y llegará a raspar los principios elitistas de Anne y Bob.
Rossy de Palma, una musa
Rossy de Palma inspira e intriga.
Inspira a un cine diferente, como ella, e intriga porque tiene un físico liberado de los cánones de belleza actuales.
¡Y eso la hace sublime !
Es, pues, una de las musas de Pedro Almodóvar y presta sus rasgos a muchos de los personajes creados por el director a los prodigios.
La descubrí a una edad muy temprana en La ley del deseo y al instante la amé.
Luego la encontré en Mujeres al borde de un ataque de nervios, Attache-moi y muchos otros largometrajes que tienen en común su amor por la mujer liberada y plural.
Rossy nunca me ha defraudado. ¡Espero gustarle aún más ahora que está apostando por una mujer!
¡Madame va al cine el 22 de noviembre!