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Este fin de semana fue el Chalk Walk , en otras palabras, “The Chalk Walk ” (admito, pensaste en la película con los pingüinos emperadores) y yo estaba allí.

Organizada por el colectivo Stop street acrassment como parte de la semana internacional contra el acoso callejero , la manifestación que tuvo lugar en Pigalle fue una gran novedad.

La meta ? Enseñando , pero sin apostrofar a los transeúntes.

Los curiosos, por tanto, se reunieron alrededor de los mensajes escritos con tiza en la acera, para leer los testimonios y gritos del corazón de los miembros de la asociación. La oportunidad ideal para discutir el acoso callejero sin necesariamente prospectar como un vendedor de aspiradoras de caramelos (estos chacales…).

Aquellos que lo deseen también pueden escribir su propio mensaje e intercambiar uno con otros . Con su atractivo de actividad para niños, el evento se desarrolló en un ambiente afable, con grandes reacciones de los transeúntes .

Para los organizadores, esta es una buena noticia porque, como me dijo uno de ellos, también sucede que la interacción es difícil : entre aquellos y los que van a priorizar , en base a "Hay peor en la vida ”, y los que reaccionarán agresivamente al negar la existencia del acoso callejero, aún queda trabajo por hacer ...

Al final, este formato participativo es una idea bastante bonita , y no es imposible que la manifestación del domingo se repita en otros lugares. Sobre todo porque hay un vacío legal alrededor de los grafitis en el suelo : si está prohibido agarrar las paredes, no se planea nada para el suelo.

También sentí que, en general, a fuerza de repetir los últimos años que el acoso callejero no era ni arrastre ni aceptable , el mensaje está comenzando a meterse en la cabeza.

La mayoría de las personas que se detuvieron frente a los mensajes agradecieron a los participantes y a la asociación por hablar sobre el acoso callejero y hacer algo al respecto. Otros han escuchado pacientemente las explicaciones de Alto al acoso callejero, en todas las edades.

Así que salí de este evento con una buena dosis de esperanza : sí, finalmente, quizás a la larga acabemos reduciendo el acoso callejero.

Por cierto, hice una señorita especial que se esconde, como un Pokémon salvaje… ¿podrás encontrarlo? Muy bien, esa es una gran pista.

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